Besos eternos

Las palabras se hicieron besos eternos

sobre todas las partes de nuestros cuerpos

en todas las lenguas del universo.

Creando

nuestro mundo de perfección improvisada,

anhelándonos en caricias

cada milesima del tiempo.

Así,

infinito

como ese beso inocente

que deposito sobre tu frente.

Así

infinito

en ese beso eterno.

Sobre tu frente.

Deva

Estigmas

Existen exceso de estigmas

estigma a no gustar;

a no ser lo que espera la familia que seas.

Estigma,

a no querer;

a no querer como la sociedad quiere que quieras.

Estigma

a no vestir,

a no ponrte lo que tus normas te dictan.

Y así quedamos,

entre

estigma y estigma

y

un nunca

llegar a ser.

Costumbres

Me asomo y no te veo,

te busco a través de esa ventana

de enredadera y piedra

plagada de historias muertas.

Te busco y no te encuentro

y te asomas en la lejanía

tras una muralla infinita.

Alzo mi mano

que no vislumbro

y me la arrancan de cuajo

de tu lado,

de tus entrañas,

de tus besos

y no me acostumbro

No me acostumbro

a no quererte

a un abrazo sin cariño

o a un beso sin sentido

.

.

.

Y

NO

ME

ACOSTUMBRO.

El beso

Como ese beso que te mira el alma

y te arranca una sonrisa.

Como el último antes de coger el tren.

O el de buenas noches.

O ese que te dan los amigos junto a un abrazo de los que abrigan el corazón

Esos besos fortuitos llenos de cariño.

O esos besos llenos de amor de tu familia.

O los traicioneros.

Hay millones de besos

pero los que más me gustan

son los que son

de verdad.