Estigmas

Existen exceso de estigmas

estigma a no gustar;

a no ser lo que espera la familia que seas.

Estigma,

a no querer;

a no querer como la sociedad quiere que quieras.

Estigma

a no vestir,

a no ponrte lo que tus normas te dictan.

Y así quedamos,

entre

estigma y estigma

y

un nunca

llegar a ser.

Costumbres

Me asomo y no te veo,

te busco a través de esa ventana

de enredadera y piedra

plagada de historias muertas.

Te busco y no te encuentro

y te asomas en la lejanía

tras una muralla infinita.

Alzo mi mano

que no vislumbro

y me la arrancan de cuajo

de tu lado,

de tus entrañas,

de tus besos

y no me acostumbro

No me acostumbro

a no quererte

a un abrazo sin cariño

o a un beso sin sentido

.

.

.

Y

NO

ME

ACOSTUMBRO.

El beso

Como ese beso que te mira el alma

y te arranca una sonrisa.

Como el último antes de coger el tren.

O el de buenas noches.

O ese que te dan los amigos junto a un abrazo de los que abrigan el corazón

Esos besos fortuitos llenos de cariño.

O esos besos llenos de amor de tu familia.

O los traicioneros.

Hay millones de besos

pero los que más me gustan

son los que son

de verdad.