El beso

Como ese beso que te mira el alma

y te arranca una sonrisa.

Como el último antes de coger el tren.

O el de buenas noches.

O ese que te dan los amigos junto a un abrazo de los que abrigan el corazón

Esos besos fortuitos llenos de cariño.

O esos besos llenos de amor de tu familia.

O los traicioneros.

Hay millones de besos

pero los que más me gustan

son los que son

de verdad.

Tardes de verano.

Te observo desde la esquina del sofá,

siendo una simple silueta

a la luz del ventanal.

Recostada en tu habitual mala postura

entre dos sillas carcomidas por el tiempo,

con tu viejo libro de hojas amarillas

aquel,

que compramos en un mercadillo

perdido del bullicio de la gran ciudad.

Y así pasan las tardes de verano

tú,

en tu mundo de fantasía

y yo

creando el mío a tu lado.

Deva